LA BIBLIA – La Biblia es la eterna, autorizada, infalible, incorruptible,  palabra de Dios a través de la cual un cristiano conoce la mente (voluntad) de Dios para él. La palabra de Dios es verdad(Juan 17:17)y su verdad es atemporal! Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17).  El tema central y propósito de los Sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia es Jesús y la salvación de los hombres. Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada.(2 Pedro 1:19-21)  La Biblia es superior a la conciencia ya la razón. Prestándole atención como una luz que brilla en un lugar oscuro, un hombre puede y siempre razonará correctamente;

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LA DEIDAD –  Creemos que solo hay un Dios verdadero(Deuteronomio 6:4-6)revelado como el eternamente autoexistente autosuficiente “YO SOY”; pero manifestado en Tres Personas: El Padre, El Hijo (Jesucristo) y El Espíritu Santo(Génesis 1:16-28; Mateo 3:16-17; Mateo 28:19);  todos son iguales(Filipenses 2:6-11; Isaías 43:10-13).

 

JESUCRISTO  - Jesucristo es el Hijo unigénito del Padre; el Verbo que se hizo carne y habitó entre los hombres. La gracia y la verdad proceden de Él y de su plenitud hemos recibido todos, y gracia sobre gracia.(Juan 1:1-18)Creemos en Su deidad, en Su nacimiento virginal, Su vida sin pecado y perfecta obediencia, Sus milagros, Su muerte expiatoria a través de Su sangre derramada, en Su resurrección y ascensión a la diestra del Padre. Y vive siempre para interceder por los santos.

 

EL ESPÍRITU SANTO–  Él es el  Espíritu de Dios; el Maestro, el Consolador, el Ayudante y el Espíritu de la Verdad que enseña todas las cosas y trae todas las cosas a la memoria del hombre(Juan 14: 25-26), y glorifica a Jesús.  La presencia del Espíritu Santo que mora en el hombre permite al cristiano vivir piadosamente y revivido, lo dota de dones espirituales y lo empodera (1 Corintios 12:7; Hechos 1:8)

 

LA IGLESIA – Jesús al decir que estará “donde estén dos o tres reunidos en su nombre”(Mateo 18:20)Divinamente instituyó el estándar para que la reunión sea llamada “la iglesia del Dios viviente”. La iglesia es la asamblea y asamblea de creyentes nacidos de nuevo; la morada  de Dios en el Espíritu, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.(Hebreos 10:25; Efesios 2:20-22)Cristo es la cabeza de la iglesia, y la iglesia, siendo el cuerpo de Cristo, está sujeta a Cristo y no puede permanecer separada de Cristo. Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella (Efesios 5:25-27). Como columna y baluarte de la verdad(1 Timoteo 3:15), creemos en su función hoy de fortalecer y animar a los creyentes.

 

EL HOMBRE, SU CAÍDA Y REDENCIÓN – El hombre es un ser creado,(Gén.2:7)hechos buenos y rectos a la semejanza e imagen de Dios y teniendo dominio dado por Dios sobre todas Sus creaciones.(Génesis 1:26-31); sino quienes, por la transgresión y caída de Adán, por la cual el pecado entró en el mundo,(Génesis 3:1-15)nace en pecado. Y como está escrito: “No hay diferencia: por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios (Salmo 51:5, Romanos 3:23). La paga del pecado es muerte pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.(Romanos 6:23; Juan 3:16)La única esperanza de redención del hombre está en Jesucristo, porque sin el derramamiento de Su sangre no hay remisión del pecado del hombre (Hebreos 9:22, 10:26-31; Gálatas 3:13-14).

 

ARREPENTIMIENTO A DIOS – El arrepentimiento es el dolor piadoso del hombre por sus pecados(2 Corintios 7:8-10). Dios lo ordena(Hechos 17:30)  El arrepentimiento es hacia Dios, no hacia el hombre. Porque el pecado es una actitud espiritual de desobediencia, elecciones equivocadas y rebelión hacia Dios.(Romanos 3:10-20)necesitando perdón, borramiento, reconciliación con Dios y sanidad(Hechos 3:19), No es de lamentar, porque un hombre en este estado caído no puede acercarse a Dios o salvarse a sí mismo y por lo tanto necesita un Salvador, Jesús. El arrepentimiento es el primer paso del hombre hacia la salvación y debe ir acompañado de la decisión de . . . “no peques más” (Juan 5:14, 8:11) para ser completo. Dios lo ordena (Hechos 17:30). ¡Creemos que debe ser predicado!(Lucas 24:47).

 

SALVACIÓN – La salvación es liberación y preservación de la destrucción y el perecer. Es el regalo más grande de Dios para el hombre.(Juan 3:16)Está separado de y no de las obras, ni de la ley. La salvación es sólo en y por Jesucristo: el único nombre bajo el cielo dado a la humanidad por el cual los hombres pueden ser salvos(Hechos 4:12). Para apropiarse de la Salvación, uno debe reconocer sus pecados y arrepentirse de ellos; creer que Jesús murió y resucitó.  Hay que confesar con la boca al Señor Jesús y creer en el corazón que Dios le resucitó de entre los muertos.  Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa a Jesucristo como Señor para salvación (Romanos 10:6-13).

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NUEVO NACIMIENTO Y VIDA ETERNA – Jesús en(Juan 3:3-5)exige y declara: “Tienes que nacer de nuevo”. Este nuevo nacimiento (nueva creación) y obra de regeneración es por el Espíritu Santo. Es la evidencia interna de la salvación y la aparición de la gracia de Dios al hombre por la cual es limpiado, absuelto de todo pecado y hecho “capaz de presentarse como justo ante Dios y como si nunca hubiera pecado”. La experiencia es una necesidad para todos los hombres(2 Corintios 5:16-17), para que se les conceda el derecho de llegar a ser hijos de Dios y tener la vida eterna (Juan 1:10-13; 1 Juan 5:11-13).

 

BAUTISMO EN AGUA – El bautismo en agua por inmersión es un mandamiento directo de nuestro Señor(Mateo 28:19; Marcos 16:16; Juan 3:5, Hechos 2:38). Es para los Creyentes sólo como una señal de arrepentimiento, ''cumpliendo toda justicia''.

 

BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO – Este es el Bautismo en Espíritu Santo y Fuego(Mateo 3:11); “. . . la Promesa del Padre. . .''(Lucas 24:29; Hechos 1:4,8); una llenura y don de Dios que el Señor prometió que cada creyente en nuestros tiempos recibiría como secuela del nuevo nacimiento.

 

SANTIFICACIÓN – La santificación es otra gracia más de Dios por la cual el creyente habiendo sido regenerado por el Espíritu Santo, y ahora tiene la mente de Cristo, es completamente limpiado teniendo su conciencia limpiada del pecado por la Sangre de Jesús. Ahora, siendo obediente a la Palabra y fortalecido por el Espíritu Santo, se aparta para el Señor y para Su uso al presentar su cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable al Señor.(Romanos 12:1-2).

 

COMUNIÓN – Es un sacramento que Jesús instituyó(Lucas 22:19, Marcos 14:22)y ordenó que todo verdadero creyente / discípulo debe participar. Esto debemos hacerlo a menudo para recordar que Cristo murió por nosotros: su cuerpo partido por nosotros y su sangre derramada para la remisión de nuestros pecados.

 

MINISTERIO DE EVANGELIZACIÓN – El Señor Jesucristo nos dejó una Asignación Divina para ''Id. . . por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. . . '' con una Gran Comisión y con un respaldo divino diciendo: "He aquí, yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". Este ministerio es para alcanzar a los no alcanzados (Efesios 4:11-13; Marcos 16:15-20, Mateo 28:18-20).

 

RESURRECCIÓN DE LOS JUSTOS Y REGRESO DE NUESTRO SEÑOR – Jesucristo regresará en gran gloria y poder(Lucas 21:27); tal como se le vio ascendiendo al cielo(Mateo 24:44; Hechos 1:11). ¡Su venida está cerca!(Hebreos 10:25, Apocalipsis 22:12).

 

EL REINADO MILENARIO DE CRISTO – Después de la Tribulación, Jesucristo, como Rey de reyes y Señor de señores, establecerá Su reino aquí en la tierra para reinar por mil años; junto con Sus Santos que serán reyes y sacerdotes.

 

INFIERNO Y CASTIGO ETERNO – Jesús en(Juan 5:28-29)dijo claramente: “. . . porque viene la hora en que todos . . . saldrán los que hicieron el bien, a resurrección de vida, y los que hicieron el mal, a resurrección de condenación”. El infierno y el castigo eterno son reales.(Mateo 25:46; Marcos 9:43-48).

 

EL CIELO NUEVO Y LA TIERRA NUEVA – Nosotros, conforme a su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en los cuales mora la justicia(Apocalipsis 21:1-27).